viernes, 10 de julio de 2020

Sobre las palabras


Las   lenguas Indoeuropeas tienen un origen   común en el caso de las expresiones   usadas   por el común de los mortales tiene ciertas características que las hacen únicas y peculiares tal es el caso de las palabras    lechuga y galaxia que tienen una raíz común.
Si la política hace extraños compañeros de cama, las palabras tienen relaciones entre ellas un tanto extrañas. La etimología nos ayuda a resolver estas extrañas relaciones y a disfrutar con ellas. Y aquí tenemos un curioso ejemplo. ¿Quién podría pensar que la galaxia y la lechuga tendrían una parte en común?

Pues la parte en común, por extraño que parezca, es la leche. La raíz indoeuropea para leche está presente en la lechuga y en la galaxia. Hay un problema: no hay raíz indoeuropea común a todas las lenguas para designar leche en las lenguas históricas. Cada lengua o cada grupo eligió una raíz diferente. Las lenguas germánicas toman la raíz *melg– (“sacar, quitar”, por la idea de ordeñar, seguramente) de donde, por ejemplo, proviene milk en inglés; y tanto el griego como el latín, que son las que nos interesan ahora, eligieron otra raíz, *g(a)lag-, *g(a)lak-.

En el caso del griego se siguió con la raíz plena: galak– de donde el término galaxia, camino de la leche, en alusión a su mítico origen cuando el joven Hércules, mientras era amamantado por Hera, le mordió el pezón y al apartarlo la diosa por el dolor, se le cayó un reguero de leche divina. Leche, en griego, se dice gala, galaktos.

Los romanos, por su parte, acuñaron nuestro firmamento nocturno con su Vía Láctea (camino de leche), al tomar para sí la raíz reducida *lag-, *lak– pues en latín, leche se dice lac, lactis. Y de ahí tenemos en castellano la palabra leche, como palabra patrimonial y todos los derivados de la leche, los lácteos.
En tal sentido es esencial conocer el origen   etimológico de las palabras tal acción nos permite tener una más amplia visión de las cosas que nos rodean
La etimología nos permite tener un conocimiento amplio de las terminologías usadas por el común de las personas ya que el uso de las palabras   hace que la lengua sea activa y se perpetúe    en el tiempo





Bibliografía 

Adolfo R (2010)        “Sobre Eso y Aquello” 
Ramírez   A 2014     Sobre Etimologías “
Introducción a la etimología grecolatina
Breve diccionario etimológico de la lengua castellano
J Corominas - 1973 - biblioteca.uazuay.edu.ec
Glosario etimológico de las palabras españolas  
El arco iris y la vía láctea
(vocablos, etimologías y difusión, creencias populares)

El valor de los Nombres Propios y los Lugares comunes

Pues bien, cuando visitamos una ciudad, solemos acudir a ver algunos museos; y esta palabra tan común, museo, resulta que en su origen es un nombre propio. En la mitología griega, nueve eran las Musas encargadas de las Artes. Eran hijas de Zeus y Mnemósine (el Recuerdo o la Memoria, como nuestra amiga Juno Moneta, con la misma raíz indoeuropea *men-). Sus altares recibían el nombre de Mouseion, en griego, de donde surge nuestra palabra museo, a través de la latina museum, que pervive hoy en día en el inglés, por ejemplo.

Todos estamos destinados a la muerte, cierto. Pero no todos seremos enterrados en un mausoleo. Bajo este término, designamos hoy en día un enterramiento suntuario y le debemos el nombre al rey de Halicarnaso, Mausolo, (reinó sobre el siglo IV a. C.) que cuando le llegó su hora fue depositado en un monumento de singular belleza pues quería que todos los que por allí pasasen le recordaran. Por cierto, que fue una de las siete maravillas del Mundo Antiguo.

en la oscura  noche  había , una luz guiaba a los barcos hacia el puerto de Alejandría pues Ptolomeo II había mandado construir una torre donde un fuego sirviese de referencia a la navegación. Y esa torre se construyó en una isla, en la isla de Faros. Y así, por el nombre propio de la isla donde se construyó esa torre, se designó a todas las posteriores que cumplieron y cumplen todavía tan loable misión: los faros.
También tenemos testimonios en época romana. Cuando Augusto se alza con el poder, se rodea de una serie de personas que le ayudan en sus labores reformistas de la sociedad, siendo su amigo Cayo Cilnio Mecenas el que desarrollaría su labor en el mantenimiento de las artes, y sobre todo, de los poetas, pues fue el benefactor de Virgilio y Horacio, a quien le regaló hasta una villa, entre otros destacados poetas, dando lugar al llamado Círculo de Mecenas, y a designar, actualmente, a una persona que colabora de manera altruista con la cultura, generando hasta derivados como mecenazgo.

Incluso en la literatura castellana podemos encontrar otros nombres propios que han servido para designar otras realidades, pues llamamos lazarillos a quienes guían a personas invidentes, a partir del nombre del protagonista del libro La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, y todo por su primer amo. Por no mencionar a nuestro Quijote.



Bibliografia

Santos  R  (2019)  "  Sobre el valor  de las  palabras"

Ramirez    ( 2020)  " La  etimología   de  las  palabras "