Los primeros cristianos fueron también los primeros
profesores de la historia del cristianismo , porque ‘profesaban’ es decir, declaraban
públicamente su fe, aunque pudiera costarles la vida. La palabra se formó a
partir del latín profiteri del mismo significado, formada por fateri
(confesar), con el prefijo pro- (delante, con el sentido de ‘delante de todos,
a la vista’).
A partir de cierta época, un profesor pasó a ser aquel que
‘profesaba’, o sea que declaraba públicamente que poseía conocimientos en
determinada área del saber y que podía trasmitirlos.
En el diccionario de Covarrubias (1611) encontramos:
Professar algun arte o ciencia, latine profiteri. Professor della, el que la
sigue y professa. Pero poco más de un siglo más tarde, en el Diccionario de la
Real Academia, el vocablo professor era definido como ‘El que exerce o enseña
publicamente alguna facultad, arte ù doctrina’.
Los que somos profesionales de la educación casi siempre
callamos y dejamos hablar. Y esto porque no son pocos los que se nos acercan y
nos quieren dar cátedra sobre cómo educar. Recuerdo una vez un médico (sí un de
esos patudos que se llama a sí mismo doctores,incluso sin haber obtenido el
grado académico) que quería enseñarme a realizar buenas evaluaciones, puesto que
él como cirujano sabía mucho. Cuando yo empecé a decirle cómo debía operar,
entendió queel respeto a cada profesión es fundamental.
Sin embargo, muchos se sienten con elderecho de opinar de
educación y mucho más aún se sienten con la autoridad de menospreciar nuestra
labor.
La palabra "pedagogo".
El origen de las palabras nos ilustra en buena medida acerca
de la realidad de nuestra profesión. En principio la palabra educación provenía
del prefijo "ex" que significa sacar hacia delante y de la raíz
"ducere" que significa conducir o guiar. Así educar implica la
capacidad de sacar adelante a la persona. Un vocablo asociado a la función
formadora de los docentes.
El docente por su parte proviene del verbo latino
"docere" que significa enseñar o saber y se refiere a la persona que
sabe y que está capacitada para enseñar.
Hasta el momento estas acepciones son significativas y
positivas para nuestra profesión. Sin embargo, gran parte de los términos que
se usan para designar nuestro quehacer en su origen no son muy amables, me
refiero a los vocablos maestro, profesor y pedagogo.
El concepto maestro proviene de "magistro", que
significa el que enseña, se refiere en general al esclavo griego que posee una
gran cultura y que se encargaba de instruir a los jóvenes romanos. Sin embargo,
tal como lo señala Demóstenes, el concepto de maestro implicaba una
superioridad moral e intelectual, en tanto que era capaz de "realizar en
sí mismo lo que trata de realizar en los demás". Por ello es que siempre
ha existido en la mirada del común de la gente una necesidad de juzgar el
comportamiento de los profesores y ser exigente e implacable al evaluar a un
docente que no cumple con lo que le corresponde a su labor.
Por su parte el origen de la palabra profesor proviene de de
pro fatio, que significa disponerse a hablar. En la edad medieval, en las
iglesias el rol del maestro era el de realizar la lectura de los libros
sagrados. Sin embargo con el paso de los años esta labor de lectura queda en
manos de los discípulos y los maestro se dedican a realizar comentarios sobre
lo que se lee, esto en latín se expresa con las palabras pro fateri, esto es
explicadores o comentadores de los textos escritos.
El término pedagogo por último se asocia con el concepto
paedagogus, que se refería al esclavo que acompañaba a los niños en las
lecciones. Este es un término derivado de paidagogós, que se une de paidós
(niño) y agó (conducir o guiar).
Algo curioso ocurre con este concepto. En Italia a partir
del término pedagogo aparece la palabra ya existente que significa pedante, que
significa "andar a pie". Lo que ocurre es que se jugaba con ambos
significados al mezclarlos, puesto que se deseaba ironizar con la arrogancia
que manifestaban algunos pedagogos, al sobreestimarse por sobre los demás, y su
evidente pobreza, que los obligaba a andar a pie.
Como vemos desde sus orígenes el ser profesor ha transitado
entre la admiración por la labor social que cumplen y el menosprecio por su,
incluso actual, condición económica desmejorada. Sin embargo, a pesar de ese
menosprecio aún hay jóvenes idealistas que
desean ser profesores. Quizás sea porque poco a poco estamos ganando el
espacio que merecemos sólo en la medida en que nos asumimos como profesionales
de la educación y no como simples instructores de conocimientos.
Por el Profesor :
Ronald Alecio Ramírez Olano
Fuentes:
Enciclo " palabras significado y fe" 2018
Encinas P "Sobre palabras yCreencias "
La biblia R. V 1960
Enciclopedia Británica "Usos linguisticos Anglosajones"