martes, 27 de diciembre de 2016

La ley de la atracciòn y la Biblia

La Ley de la atracción y    la Biblia

La Biblia   es un libro que rige la vida de los cristianos y por consiguiente es la fuente donde se centra la fe de los seguidores del hijo de   Dios   cuyo nombre no se nombra, pero todos lo conocemos.
Aceptando esto podemos afirmar que la   ley de la   atracción   tiene    componentes materialistas enmascarados en prácticas de bien, es una versión maquillada del positivismo   filosófico del siglo XIX, Pero bueno   no olvidemos que la ley de la atracción está basada   en prácticas politeístas    que son muy comunes en la India, tomemos este punto si es de uso común en latitudes como India observemos como esta estas poblaciones están allí las muestras.
En el presente artículo veremos la historia breve pero concisa de donde nace esta filosofía que en occidente se presenta como novedosa y como receta de solución a   los problemas de la civilización Humana entonces mis amigos empecemos.
La ley de la atracción es la creencia de que los pensamientos (conscientes o inconscientes) influyen sobre las vidas de las personas, argumentando que son unidades energéticas que devolverán a la persona una onda similar
La frase "ley de la atracción" ha sido utilizada por escritores, teósofos, autores]. Según los partidarios de dicha ley, esto significa que los pensamientos que una persona posee (sean estos conscientes o inconscientes), se supone que provocan las emociones, las creencias y consecuencias. A este proceso se lo describe como "vibraciones armoniosas de la ley de la atracción", o "tú obtienes las cosas que piensas; tus pensamientos determinan tu experiencia".
Algunos autores identifican antecedentes históricos de la "ley de atracción" en el hinduismo y a través del hinduismo en la teosofía, pero también se han encontrado referencias en el judaísmo y en el zohar (la cábala). La existencia de estos antecedentes, no implica que todos ellos estén históricamente conectados, ya que la ley de atracción podría surgir como resultado de prejuicios cognitivos comunes a todos los seres humanos.
Las elaboraciones modernas de dicha idea deben su existencia, en parte, a James Allen (1864 - 1912) que en 1902 publicó As a man thinketh (‘piensa como hombre’). Posteriormente Wallace Delois Wattles (1860 – 1911) publicó La ciencia de hacerse rico (1910) y por Charles F. Haanel publicó The Master Key System (‘el sistema de la llave maestra') (1912). Durante el siglo XX varios autores han hecho referencia a estas obras y las ideas contenidas en ellas.
Esta ley enuncia, que por intermedio del pensamiento es posible atraer lo deseado, por este motivo se asocia a Ley de la atracción con la ley de mentalismo, uno de los 7 principios o leyes espirituales de Hermes Trismegisto, enunciadas en el Kybalión, libro escrito por Los Tres Iniciados. La ley de mentalismo dice que todo en el universo es una creación mental y que el hombre, por intermedio de su pensamiento, crea su propia realidad.
Los seguidores que aceptan la ley de atracción como una guía, lo hacen desde la fe en que las leyes del Universo son benignas. Algunos seguidores de esta creencia afirman que la ley de atracción es una "ley del Universo", dado que aplica a todos los seres sin excepción, el 100% del tiempo y no es algo que una persona pueda elegir si aplica o no. Comúnmente se utiliza el ejemplo de su similitud con la gravedad en este aspecto, dado a que uno no puede decidir "no aplicar" o "no creer" en la gravedad en su vida. Cabe notar que el término "ley" no es el mismo utilizado por la comunidad científica (véase Ley científica).
Algunos de los proponentes de una versión moderna de la "ley de la atracción" adjudican sus raíces a la física cuántica. Según ellos, los pensamientos tienen una energía la cual genera energía similar. Para poder controlar dicha energía, sus proponentes afirman, que deben seguirse cuatro pasos:
Saber qué es lo que uno quiere y pedirlo al universo (siendo "el universo" cualquier cosa que el individuo acepte, como Dios).
Enfocar los pensamientos de uno mismo sobre el objeto deseado con sentimientos como entusiasmo o gratitud.
Sentir o comportarse como si el objeto deseado ya hubiera sido obtenido.
El pensar en lo que uno no tiene, según dicen, se manifiesta en perpetualidad de no tener, mientras que, si uno adhiere a estos principios, y evita pensamientos "negativos" el Universo hará manifiestos los deseos de la persona.
El teósofo tibetano Djwhal Khul la define como la ley básica de la manifestación y la ley suprema de este sistema solar. Considera que es la ley que equilibra los dos polos, siendo la Ley de la economía la que rige el polo negativo y la Ley de síntesis la del polo positivo. Desde el punto de vista del ser humano, trae la comprensión que da la autoconciencia.
En el nuevo testamento de la biblia se hace referencia a esta ley en Marcos 11:20-24 y Mateo 21:19-22, el texto dice: Por la mañana, al pasar junto a la higuera, vieron que se había secado de raíz. Pedro, acordándose, le dijo a Jesús: —¡Rabí, mira, se ha secado la higuera que maldijiste! Tengan fe en Dios —respondió Jesús—. Les aseguro que si alguno le dice a este monte: "Quítate de ahí y tírate al mar", creyendo, sin abrigar la menor duda de que lo que dice sucederá, lo obtendrá. Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán.
Contradicciones en la Ley dela atracción
Algunos aficionados a los juegos de razonamiento han encontrado incongruencias y contradicciones en esta supuesta ley. Estas contradicciones pasarían por encontrar un método de relacionarlas con leyes físicas conocidas y demostradas para así mostrar que son incongruentes por reducción al absurdo.5
La revista Skeptical Inquirer6 criticó la falsibilidad y la capacidad de prueba de estas afirmaciones. Los críticos han afirmado que las pruebas aportadas suelen ser anecdóticas y que, debido a la naturaleza de auto-selección de los informes positivos, así como la subjetiva naturaleza de cualquier resultado, estos informes son susceptibles de sesgo de confirmación y sesgo de selección. El físico Ali Alousi, por ejemplo, criticó que no se puede medir y cuestionó la probabilidad de que los pensamientos pueden afectar a cualquier cosa fuera de la cabeza [cita requerida].
Dado que dicha "ley" no se ajusta a la refutabilidad científica, contiene los rasgos más claros de la pseudociencia: "creencia o práctica que a pesar de presentarse como científica, no se basa en un método científico válido, le falta plausibilidad o el apoyo de evidencias científicas o no puede ser verificada de forma fiable [...] con afirmaciones exageradas de imposible verificación y un exceso de peso en la confirmación en lugar de en los intentos rigurosos de refutación, una falta de disposición al examen por parte de otros expertos".
Entrevistas a los autores de la película y libro la Nueva Era y ponentes, intentan explicar los supuestos principios de una ley metafísica que puede atraer todo lo que uno piensa de forma coherente. En el Comité para la Investigación Escéptica, Mary Carmichael y Radford Ben escribieron que "ni la película ni el libro tiene ninguna base en la realidad científica", y que su premisa contiene una "otra cara fea: si usted tiene un accidente o enfermedad, es su culpa ". Le preguntaron: "Si un avión se estrella, ¿significa eso que uno o más de los pasajeros ha traído sobre sí mismo?"[cita requerida].
Otros han cuestionado las referencias a la teoría científica moderna, y han mantenido, por ejemplo, que la ley de la atracción tergiversa la actividad eléctrica de las ondas cerebrales. Víctor Stenger y Leon Lederman, son críticos con los intentos de utilizar el misticismo cuántico para salvar cualquier explicación o efectos aparentemente inverosímiles, ya que las consideraban rasgos de la moderna pseudociencia. Escribiendo en el New York Times, Virginia Heffernan caracteriza el secreto como "una serie de malas interpretaciones... y máximas fraudulentas" que no obstante " lleva a [su] a un lugar feliz ".
“He leído en varios sitios donde hacen uso de textos bíblicos para darle soporte a la famosa ley de la atracción.  ¿Debe de tener su importancia la biblia para aquellos grupos que la usan para sostener otro tipo de prácticas?  y como no, si es la palabra de Dios con la cual usó a personas para que las generaciones futuras pudieran tener acceso a ese conocimiento, un conocimiento de historia, amor y verdad que vino a confirmar Jesús de Nazareth (El Mesías) hace más de 2.000 años.
Para poder entender en contexto y en detalle si existe o no alguna relación entre las palabras de la biblia y la ley de la atracción, primero debemos tener bien claro ambos conceptos validados directamente desde la fuente de quienes son sus precursores, claro está, en el caso de la biblia podemos rastrear su origen hasta donde la historia misma y la arqueología nos lo permita”
. Saber qué es lo que uno quiere y pedirlo al universo (siendo “el universo” cualquier cosa que el individuo acepte como Dios).
Enfocar los pensamientos de uno mismo sobre el objeto deseado con sentimientos como entusiasmo o gratitud.
Sentir o comportarse como si el objeto deseado ya hubiera sido obtenido.
Estar abierto a recibirlo.
El pensar en lo que uno no tiene, según dicen, se manifiesta en perpetualidad de no tener, mientras que, si uno se adhiere a estos principios, y uno evita pensamientos “negativos” el Universo hará manifiestos los deseos de la persona.
El teósofo tibetano Djwhal Khul la define como la ley básica de la manifestación y la ley suprema de este sistema solar. Considera que es la ley que equilibra los dos polos, siendo la Ley de la economía la que rige el polo negativo y la Ley de síntesis la del polo positivo. Desde el punto de vista del ser humano, trae la comprensión que da la autoconciencia.
Otros autores simplemente asocian estos principios a la física cuántica.  Incorporan ideas místicas similares a aquellas encontradas en ciertas tradiciones religiosas o creencias de la New Age. Se deriva de una malinterpretación del problema de la medición – el rol aparentemente especial que cumplen los observadores en la mecánica cuántica. El término relacionado “charlatán cuántico” ha sido usado peyorativamente por escépticos para descartar la creencia de que la teoría cuántica aprueba creencias místicas, mientras que “misticismo cuántico” ha sido usado como una descripción más neutral de las ideas que combinan los conceptos del misticismo oriental y la física cuántica.
la biblia de la ley de atracción
Muchos de los seguidores que se guían por los principios de la ley de atracción, sugieren que ciertos versículos de la biblia le dan soporte a esta ley, dentro de los que podemos mencionar:
Todo lo que necesitamos es pedir
Mat 7:7 Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad a la puerta y se os abrirá.
Mat 7:8 Porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama a la puerta, se le abre.
El poder de nuestros pensamientos y nuestras palabras
Mat 12:37 porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado.
De igual forma, se nos recuerda qué sucede con quien pudiendo enfocarse en abundancia, decide albergar en su mente pensamientos de miedo, duda y escasez:
Mat 25:29 Porque a todo el que tiene le será dado y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
La Biblia también enseña qué es lo que da poder a la Ley de la Atracción:
Mat 21:21 Y respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, si tenéis fe y no dudáis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que aun si a este monte dijerais: Sé quitado y echado al mar, será hecho;
Mat 21:22 y todo cuanto pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.
El concepto que somos lo que pensamos en nuestro interior se estableció desde tiempos muy antiguos en la época de Salomón, Rey de Israel:
Pro 23:7 Porque según piensa en su alma, así es; Come y bebe, te dirá, Pero su corazón no está contigo;
Muchos de los versículos que sugieren que existe relación entre la biblia y la ley de atracción fueron tomados de: http://www.yocreomifuturo.com/?p=253.  Lamentablemente, muchos están sacados fuera de contexto y esto es una lástima y van a perdición, no porque yo lo diga, sino que la misma biblia lo dice: Mateo 5:17-19: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasara de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.”




¿Usted quiere ser llamado grande o pequeño en el reino de Dios?, es una decisión personal y muy importante, piénsela bien.
Cuando nos acercamos a las Escrituras siempre debemos hacerlo teniendo en cuenta algunos detalles que son muy importantes, en primer lugar debemos presentarnos como que nada sabemos, con un corazón circunciso, dispuesto a ser instruido, sin prejuicios y desde luego debemos “trasladarnos” hacia aquel entonces, teniendo en cuenta el contexto histórico, cultural y aun religioso del pasaje que intentamos comprender; pero todo esto en vano sería si el Espíritu Santo no nos auxilia con sabiduría, conocimiento y revelación por su gracia.
El primer pasaje que usan estos grupos es:
Todo lo que necesitamos es pedir
Mat 7:7 Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad a la puerta y se os abrirá.
Mat 7:8 Porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama a la puerta, se le abre.
Creo que es importante que nos hagamos ciertas preguntas para que podamos adecuarnos al contexto de las palabras del Maestro:
¿A quién debemos pedir, al Universo?
Jesucristo   te la respuesta:
Mat 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre celestial dará cosas buenas a los que le piden!
Mat 7:13 Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que conduce a la perdición, y muchos son los que entran por ella.
Pidan (A Dios Padre en nombre de Cristo), y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. – Mateo 7:7-8
¿Qué es que lo debemos pedir?
Stg 4:3 pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Aquí en Santiago explican claramente que a nuestro Padre Celestial no le agrada que pidamos vanidad, cosas para el deleite de nuestras pasiones en este mundo. Sin embargo, La Ley de ATRACCIÓN nos concede Todo, sin importar lo que sea o el tamaño de nuestra petición. Ahora ¿Cree Usted que lo que viene por Ley de atracción viene del Padre?
El poder de nuestros pensamientos y nuestras palabras
Mat 12:37 porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado.
¿A qué palabras se refería el Maestro?, en el verso anterior el Maestro aclara:
Mat 12 :36 Y Yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio,
La Biblia también enseña qué es lo que da poder a la Ley de la Atracción:
Mat 21:21 Y respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, si tenéis fe y no dudáis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que aun si a este monte dijerais: Sé quitado y echado al mar, será hecho;
Mat 21:22 y todo cuanto pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Mat 21: 22 Esto es, conforme a Su voluntad 1 Jn_5:14-15:
1Jn 5:14 Y ésta es la confianza que tenemos ante Él: que cuando pidamos algo conforme a su voluntad, Él nos escucha.
1Jn 5:15 Y si sabemos que nos escucha en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.
¿Usted quiere pedir prosperidad y una vida mejor en este mundo? lea:
Sal 73:3   Porque tuve envidia de los soberbios, Viendo la prosperidad de los malvados.
Pro 21: 21 El que va tras la justicia y la misericordia, Halla vida, prosperidad y honra.

Síntesis
El materialismo   en todas sus facetas formas presentaciones busca alejar al ser humano de su creador
Se crea un antropoidolatrismo   que se puede lograr   todo si Dios.
Los pensamientos   son expresiones    de nuestra humanidad.
Sometida el lay de la atracción a la luz de la Biblia sale derrotada y prevalece según análisis genuinos y veraces realizados por   expertos en temática bíblica en sendos libros dan por sentados estos análisis.
 “La mentira siempre cabalga sobre los lomos de la verdad. Y ciertamente en el documental The Secret (El Secreto), basado en el libro que lleva el mismo título, escrito por Rhonda Byrne y publicado originalmente en inglés con el título The Secret en 2007, las falsas y perniciosas doctrinas se mezclan con algunos principios universales y claros, expuestos en La Biblia”.
Cada vez que oigo hablar o leo sobre una “nueva verdad”, una “clave” o un “secreto” en el que se cifran la felicidad, el bienestar y la prosperidad tanto física como espiritual del ser humano, se me activa el radar de la desconfianza y se agudiza mi sentido crítico (como debe suceder con cualquier persona que posea aun el más elemental grado de discernimiento, que no es otra cosa que la capacidad para distinguir, partiendo de una cosmovisión judeocristiana de la vida, no sólo entre lo bueno y lo malo, sino entre lo bueno y lo mejor). Estas “nuevas verdades”, “claves” o “secretos” descubiertos y revelados para “beneficio” del ser humano casi siempre son estratagemas con fines de lucro que aparentan ser lógicas, sensatas y por supuesto realizables, mediante las cuales se promete el abastecimiento de necesidades fundamentales y aspiraciones del ser humano con fórmulas simplistas y a menudo peligrosas, para lograr el éxito en todo ámbito de la vida y alcanzar la elusiva felicidad. Sin embargo, cuando se estudian detenidamente estas “nuevas verdades”, “claves” o “secretos”, a la luz de la palabra de Dios, el sentido común y    las experiencias cotidianas, invariablemente aparece el error.
En resumen, no debemos aceptar jamás como verdad incuestionable lo que un ser humano asevera o enseña, por sincero y persuasivo que el mismo sea, sin antes someter tales aseveraciones o enseñanzas al fuego escrutador de la palabra de Dios. Porque a menudo, entre los apetitosos bocados que nos llevamos a la boca, con el deseo de satisfacer necesidades reales y sentidas, vienen escondidas las dañinas espinas doctrinales que pueden perjudicarnos irreparablemente.
Los cristianos deben, por su parte, imitar el ejemplo de los creyentes de la ciudad de Berea durante el primer siglo de la iglesia cristiana, quienes “eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hech. 17:11).
Por:  Ronald Ramírez Olano

Referencias
LA BIBLIA
http://www.lyssaroyal.com/art-channelingSPN.htm.
http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_la_atracci%C3%B3n
http://es.wikipedia.org/wiki/Misticismo_cu%C3%A1ntico
Hicks, E., & Hicks, J. (2007). El Secreto de la ley de la Atracción en Acción. Video DVD). México: Art House mouvies de México, de México, SA de CV.
Cruz, C. (2005). La ley de la atracción. Edit. Taller del Éxito. Venezuela. Astilleros, A., & Vinuesa, V. (2008). La ley de la atracción en acción. Barcelona, España: Atrévete a ser feliz.
Collins, F. S., & Rojas, A. (2007). ¿Cómo habla Dios? La evidencia científica de la fe. Ideas y Valores, 60(147), 240-248.

Educadores Asociados (2015)   http://ramiolra.es.tl/

viernes, 9 de diciembre de 2016

Las Funciones del Cerebro


A lo largo del día, ya seamos adolescentes o adultos, en el trabajo o en casa, nuestro cerebro utiliza todo un repertorio de capacidades sofisticadas: las funciones cognitivas...

Estas funciones cognitivas nos permiten efectuar actividades como elaborar un itinerario, recordar un número de teléfono, reconocer un rostro, calcular mentalmente, conducir, tocar el piano o, simplemente, leer.

La Memoria
La memoria es la función cognitiva más solicitada en la mayoría de nuestros actos. Interviene para registrar o recordar informaciones tan diversas como un número de teléfono, lo que hemos hecho el fin de semana, un encuentro, dónde hemos dejado las llaves, el nombre de un determinado objeto o de una persona que nos presentaron recientemente, un dato histórico famoso.

Igualmente, participa de modo fundamental en otras actividades cognitivas, como la lectura, el razonamiento, el cálculo mental, la creación de imágenes mentales... En consecuencia, se encuentra en todo momento activa, voluntariamente o no, y nos permite crear un stock de conocimientos culturales, recuerdos personales, actuaciones, etc.
La memoria constituye el pasado de cada uno o, más bien, el conocimiento de sí mismo, y permite que cada individuo posea una identidad.
    Tipos de memoria
    Pérdidas de memoria
    Cómo memorizar mejor
Otros tipos de memoria
No poseemos una sola memoria, aunque ciertamente tendemos a considerar la memoria como un todo, diciendo que tenemos, de forma global, UNA buena o mala memoria o utilizando frases del tipo: "Me falla LA memoria".
En efecto, acordarse de lo que uno ha comido el día anterior es muy distinto de recordar que la capital de Francia es París. Por otra parte, las investigaciones demuestran que intervienen distintas regiones del cerebro según del tipo de conocimientos que hay que memorizar o recordar.
Existen diferentes memorias según la duración del recuerdo:
    La memoria sensorial
    Capta toda nueva información durante solo algunos centenares de milésimas de segundo.
    La memoria a corto plazo, llamada también memoria de trabajo:
    Toma el relevo a la anterior, conservando la información durante más o menos un minuto. Su capacidad es igualmente limitada en cantidad, y permite registrar alrededor de siete elementos. Permite, por ejemplo, retener un número de teléfono dado de viva voz, durante el tiempo de marcarlo o de escribirlo. Interviene también en la lectura, permitiendo retener la frase que acabamos de leer, de modo que la siguiente resulte coherente.
    La memoria a largo plazo
    Interviene cuando se desea retener por más tiempo una información. Esta memoria tiene una capacidad y una duración de conservación de la información ilimitada.

Existen también otras memorias a largo plazo según el tipo de recuerdo:
    La memoria episódica
    Permite recordar lo que hemos hecho el día anterior, la visita al dentista o la velada en casa de un amigo. Es decir, con ella se recuerdan acontecimientos que constituyen recuerdos personales, autobiográficos, en los que el contexto de memorización es muy relevante.
    La memoria semántica
    Agrupa los conocimientos relativos a las reglas gramaticales, sentidos de las palabras, hechos culturales, nombres de ciudades o de objetos, etc., que constituyen conocimientos generales, sin relación con el contexto de memorización. No recordamos el momento preciso en que aprendimos esas informaciones.
    La memoria procedimental
    Se refiere a los conocimientos difíciles de comunicar de manera explícita. Son todas nuestras habilidades, como tocar el piano, ir en bicicleta, conducir, abrocharnos la ropa... Son actos que realizamos de manera automática, pero que necesitan la implicación de conocimientos almacenados en la memoria. Estos conocimientos son, por ejemplo, saber que una determinada posición de las manos sobre el piano permitirá tocar un acorde concreto, o que tal maniobra con el coche permitirá girar a la izquierda.
Las pérdidas de memoria
La memoria tiene un importante papel en la vida cotidiana del ser humano, por ello se comprende muy bien que los problemas de memoria puedan verse como un obstáculo e incluso ser fuente de estrés.
Por otra parte, quejarse del funcionamiento de la memoria es muy habitual en personas de más de 50 años, que a menudo temen que esos problemas de memoria estén asociados a alguna patología.
Esto, no obstante, suele ocurrir raramente, aunque sí es normal observar una disminución en el rendimiento de la memoria con la edad.
La edad no es el único factor que desencadena un deterioro en el rendimiento de la memoria. También contribuyen a ello otros factores, como las circunstancias y determinados acontecimientos, la fatiga, el estrés, la motivación o la emotividad.
¿Cómo memorizar mejor?
En general, para acordarse mejor de las cosas hay que estar atento a lo que se hace, ya sea leer un texto o poner las gafas sobre la cómoda.
En cuanto a las tareas rutinarias, una manera de acordarse de regar las plantas o tomar la medicación, por ejemplo, es hacerlo siempre a la misma hora y asociarlo a un acontecimiento concreto, como un programa de televisión semanal o una de las comidas del día.
También es importante el aspecto emocional: no podemos retener aquello que para nosotros carece de interés o de sentido. Cuantos más registros emocionales, mejor se memoriza.
Para memorizar mejor puede resultar de ayuda:
    Localizar las informaciones esenciales para la comprensión,
    Reflexionar e interrogarse sobre el contenido, sobre el sentido de la información,
    Organizar las informaciones por categorías,
    Crear asociaciones,
    Recurrir con regularidad a la información conocida
La Atención
¿A quién no le han dicho o ha dicho: "Me cuesta concentrarme" o "No pones suficiente atención”?



La atención es primordial en el comportamiento humano. La mayor parte de las actividades cerebrales requieren una gran concentración, tanto para la memorización de una información o la comprensión de un texto como para la búsqueda de un término en particular.
Un trueno captará toda nuestra atención
La atención es una función cognitiva compleja. Corresponde a un proceso de selección de un acontecimiento exterior (sonido, imagen, olor...) o interior (pensamiento) y del mantenimiento de este último en un determinado nivel de conciencia.
Un grito o un trueno captarán toda nuestra atención automáticamente.
El denominado estado de alerta nos permite mantener cierto nivel de vigilancia
En consecuencia, nuestro nivel de atención está fuertemente condicionado por los cambios que se producen en nuestro entorno.
La atención puede también intervenir de manera voluntaria:
Si para dar un paseo por la ciudad utilizamos un calzado que nos produce dolor, toda nuestra atención se focalizará en la búsqueda de un lugar agradable para descansar, lo que nos llevará, por ejemplo, a reparar en un banco en un jardín.
El desplazamiento voluntario de la atención se produce cuando se manifiesta un deseo, una necesidad o una intención de algo, a fin de lograr un objetivo.
Si uno va buscando setas, la atención selectiva se centra en el suelo
Entonces aparecen la toma de conciencia y el control de nuestra atención: ya que nos es imposible tratar simultáneamente toda la información que se nos presenta, realizamos un análisis sucesivo de informaciones.
La atención denominada selectiva entra enseguida en escena: este tipo de atención actúa desde el momento en que tenemos que efectuar una selección de información que responda a nuestras expectativas en unas circunstancias determinadas.
Solo se examina la información seleccionada. La atención selectiva permite, pues, focalizar un punto, abstrayéndose mentalmente del entorno, sin que ello signifique aislarse físicamente.
Si uno va buscando setas, la atención selectiva se centra en el suelo, ignorando las demás informaciones del escenario.
La atención puede estar también repartida:
En nuestra vida cotidiana, a menudo debemos hacer varias cosas a la vez, como cuando mantenemos una conversación al mismo tiempo que conducimos.
La atención, que en estos casos debe repartirse ante numerosas informaciones, requiere más recursos.
Pero si estudiar con música de fondo no supone ningún problema para un joven de 20 años, la movilización de todos los recursos de concentración será, en cambio, más difícil para una persona de más de 60 años. En efecto, con la edad aparece una disminución de los recursos de atención, así como una mayor sensibilidad a las interferencias. Eso nos hace menos eficaces en las situaciones de doble tarea
Factores como la fatiga, el consumo excesivo de alcohol o el estrés también disminuyen el rendimiento en las actividades que requieren atención
La atención y la memoria:
La interacción entre las dos funciones cognitivas de «Atención» y «Memoria» es muy elevada. La atención se moviliza particularmente cuando se trata de una información nueva, es decir, que no tiene equivalente en la memoria.



Efectivamente, una información conocida o familiar (como, por ejemplo, la disposición de los muebles del salón en casa de un amigo al que visitamos mucho), no llama la atención.
La atención se centrará en una información familiar, principalmente si difiere del contexto habitual (siguiendo con el ejemplo, un elemento que hubiera sido cambiado de sitio) o si buscamos voluntariamente un objeto en el entorno.
Nuestro nombre o apellidos pronunciados en contextos diversos (en la calle, en un restaurante, etc.) captarán inmediatamente nuestra atención, aunque esta información nos sea extremadamente familiar. Desde los primeros años de vida, estamos condicionados a reaccionar ante nuestro nombre o apellidos.

En resumen...
La atención se encuentra implicada en todos nuestros actos intelectuales, permitiéndonos estar totalmente vigilantes, focalizando nuestra concentración sobre un punto concreto, o bien, al contrario, repartiendo nuestra concentración en varias actividades. Pero entonces, ¡cuidado con la dispersión!
La atención no es estable, sino fluctuante. No se mantiene “sostenida” de forma continuada, sino que presenta automáticamente estados de relajación en el curso de una misma actividad.

El Lenguaje
El lenguaje constituye la característica humana por excelencia. Todos los días utilizamos diferentes facetas del lenguaje: escrito (lectura y escritura) y oral (comprensión y expresión).
Se ha escrito muchísimo sobre el lenguaje. Aquí nos limitaremos, principalmente, a la descripción de los procesos implicados en la actividad de la lectura.
La lectura
La lectura es una actividad mental compleja que implica distintos tipos de análisis, más o menos automático, de las palabras:
    El análisis visual permite decir a qué letra o a qué palabra corresponde una forma leída. E
    El análisis ortográfico conduce a la localización de posibles faltas.

    El análisis sintáctico permite determinar si una frase dada tiene una estructura gramatical correcta.

    El análisis fonológico leva al reconocimiento sonoro de una palabra, ya que incluso en la lectura silenciosa se accede a la forma de pronunciar una palabra.

    El análisis semántico extrae el sentido de las palabras y desemboca en la comprensión global de la frase.



Fenómenos constatados en la lectura:



La lectura de una palabra es más o menos fácil según la frecuencia de aparición (ocurrencia) en una lengua dada. Cuanto más frecuente es la palabra, más rápidamente será identificado. De ahí podría deducirse que la facilidad con la encontramos una palabra almacenada en nuestra memoria está directamente relacionada con su frecuencia de aparición en la lengua.



Asimismo, la coherencia de una palabra respecto del contexto de la frase facilita la lectura. Cuando leemos el comienzo de una frase, esperamos leer a continuación una palabra acorde con el sentido de la frase. Si empezamos a leer "Es rojo como un...", esperaremos que la palabra que siga sea tomate más que la palabra fresón o cualquier otra palabra.



La facilidad para leer una palabra depende también de criterios físicos. Estamos habituados a leer palabras con una determinada forma física y si esta forma no es respetada, la lectura se ralentiza. Así, si se nos presenta una palabra escrita en alternancia minúscula/mayúscula, como "Escollo", esto perturbará la lectura de la palabra.

La comprensión del texto:



La lectura clásica de un texto se realiza en etapas sucesivas, frase por frase, párrafo a párrafo.

Para construir la coherencia de un texto, nuestra memoria temporal guarda las informaciones a medida que vamos leyendo. Eso nos permite la comprensión en la etapa ulterior, es decir, la frase o el párrafo siguiente.

Nuestra memoria no puede conservar las frases tal y como aparecen en un texto. De hecho, solo las informaciones más pertinentes para la comprensión y el sentido del texto (las palabras clave y las ideas principales) son retenidas durante más tiempo y podrán ser utilizadas más adelante para hacer un resumen.



Las informaciones no pertinentes, redundantes o contradictorias son eliminadas de nuestra memoria para evitar sobrecargarla, con el fin de extraer y quedarse con el sentido general del texto. En otras palabras, cuando leemos un texto, analizamos las palabras que vemos y reparamos en las palabras clave que nos ayudarán a memorizar las ideas principales. Las palabras son organizadas automáticamente a fin de formar un conjunto lo más coherente posible. Y es entonces cuando se extrae su sentido global y se asocia a un tema central.



Los conocimientos del lector contribuyen también en la comprensión conocimientos del lector contribuyen también en la comprensión «Al muchacho que se paseaba por el bosque se lo comió un elefante» y no sabe aún que los elefantes no son carnívoros, no percibirá la incongruencia de la frase.



Paralelamente, cuando un enunciado no es coherente, se lleva a cabo una tarea de deducción, gracias a nuestros conocimientos generales. Por ello, si leemos frases aparentemente sin relación entre sí, como, por ejemplo, «Han robado en el apartamento. Pablo ya no tiene dinero», se establece enseguida una deducción posible: «Todo el dinero de Pablo estaba en el apartamento». Esta deducción permite hallar una coherencia en el enunciado.

La escritura



Tomemos como ejemplo la redacción de una carta: utilizamos las reglas gramaticales, pero también estamos atentos a la ortografía y buscamos sinónimos para evitar las repeticiones.

La comprensión y la expresión oral



Cuando conversamos o cuando contamos algo, creamos frases eligiendo las palabras de nuestro corpus que consideramos más apropiadas para los interlocutores y las circunstancias. Después, organizamos estas palabras entre sí respetando las reglas gramaticales de la lengua que utilizamos.

Dicho de otra manera, cuando leemos un texto, analizamos las palabras que vemos y reparamos en las palabras clave que nos ayudarán a memorizar las ideas principales. Las palabras se organizan automáticamente para formar un conjunto lo más coherente posible. Entonces ya podemos extraer su sentido global y asociarlo a un tema central.

Las Funciones Ejecutivas



Las funciones ejecutivas son funciones organizadoras relacionadas con la lógica, la estrategia, la planificación, la resolución de problemas y el razonamiento hipotético-deductivo.



Estas funciones nos ayudan a resolver todos los problemas más o menos complejos de nuestra vida cotidiana. Normalmente, hay que analizar bien el contexto y el objetivo buscado a fin de evaluar las posibles consecuencias de la decisión que se tomará.



En la vida cotidiana nos encontramos con situaciones complejas o simplemente nuevas, como hallar la causa de una avería, establecer el recorrido adecuado para ir a un lugar, planificar labores de jardinería, pensar las mejores jugadas para batir a un adversario al ajedrez...



Para comprender mejor estas situaciones, estamos dotados de una capacidad de razonamiento que puede ser de tres tipos



    El razonamiento inferencial

    Se utiliza ante un problema que se aborda por primera vez y para el que no existe solución previa.

    En esos casos, es necesario reparar en todos los elementos del problema y realizar una tarea de deducción, de formulación y de verificación de hipótesis que permitan llegar a posibles soluciones.

    El razonamiento analógico:

    Se refiere a la reutilización adaptada de una solución utilizada anteriormente ante un problema que presentaba especificidades comunes al que hay que resolver actualmente.

    El razonamiento automático:

    Es considerado más como la aplicación espontánea de un procedimiento que como un razonamiento propiamente dicho. Se da sobre todo en el marco de situaciones habituales, como ir al trabajo en coche.

    Se realiza mediante la aplicación de conocimientos automatizados almacenados en la memoria procedimental. Al no ser nuevas, estas situaciones no necesitan mucha atención, de modo que esta puede dedicarse a otra cosa.

Para resolver un problema, se requieren varias etapas de razonamiento

Se analiza el problema y se define el objetivo a alcanzar. Seguidamente, hay que establecer una estrategia y un plan de acción que permitan resolver el problema.

Si el objetivo final es demasiado difícil de conseguir en una sola etapa, será necesario considerar objetivos intermedios considerar objetivos intermedios.

Paralelamente, habrá que tomar en cuenta los medios existentes y los imperativos materiales o procedimentales a respetar.

Finalmente, es muy importante seleccionar una respuesta entre varias posibles y validar el resultado en relación a la intención inicial.

Otras funciones cognitivas que participan en el razonamiento

    La atención

    Durante la resolución de un problema, nuestras capacidades de atención nos permiten focalizarse, concentrarse sobre todos los datos del problema y establecer los más pertinentes. Esto permitirá identificar claramente el objetivo y la estrategia a seguir para su consecución.

    La atención permite descartar las interferencias que podrían perturbar el razonamiento. Asimismo, puede ayudarnos a inhibir las respuestas automáticas que no se adaptan a la situación, como detenerse en un stop cuando un agente de circulación hace señal de pasar.

    La memoria:

    La memoria a largo plazo tiene un papel importante en el razonamiento, ya que podemos echar mano de planes de acción almacenados en la memoria para resolver un problema nuevo

    La memoria de trabajo también está muy solicitada. Nos permite guardar en la memoria los elementos importantes del problema, como el objetivo que se pretende alcanzar, y asociarlos en distintas configuraciones, como series de cifras en el cálculo mental.

    La imaginería mental:

    La imaginería mental, es decir, la capacidad de representarse un objeto, una persona, etc., en la mente sin que ese objeto, esa persona, etc., se encuentre físicamente presente, tiene también su papel en el razonamiento.

    Permite crear, imaginar, anticipar (por ejemplo, anticipar los movimientos que haremos en el futuro durante un juego de cartas o de ajedrez), conservar una información en la mente, comparar situaciones, realizar rotaciones de objetos mentalmente (por ejemplo, para decidir si el color del nuevo papel pintado va a desentonar con el mobiliario, o si una mano presentada fuera de contexto es una mano derecha o izquierda).

Si entre estos cuatro objetos nos pidieran que cogiéramos el cubo más próximo a la pirámide, no tendríamos ningún problema. Pero esta tarea se apoya en procesos cognitivos más complejos de lo que parece.

Cuatro objetos

Así, para lograrlo habrá que reconocer las formas de cada uno de los cuatro objetos, a fin de distinguir el cubo entre las demás formas. Seguidamente, después de analizar los dos cubos presentes, se tratará de decidir cuál de los dos cubos está más cerca de la pirámide, estimando la distancia que los separa. Esta decisión será más difícil por cuanto requiere considerar la perspectiva.

En un mundo en el que la vista es el sentido más utilizado, nos vemos enfrentados todos los días a situaciones que requieren el reconocimiento de formas visuales y colores, el análisis de la posición de un objeto en relación a otro, o la estimación de la distancia que separa dos objetos.

Efectivamente, es necesario analizar bien todas las informaciones visuales para actuar en el medio.

Nuestro sistema visual es responsable de esos análisis espontáneos. Más concretamente, son dos partes diferentes del cerebro las que procesan la forma de los objetos y sus propiedades espaciales (es decir, el tamaño, el emplazamiento, la orientación de los objetos).

La vista es, por tanto, una función cognitiva extremadamente compleja si tenemos en cuenta el número de informaciones que debe procesar para obtener el análisis de una escena visual coherente.
Ella nos permite también identificar los objetos que componen nuestro entorno, así como sus posiciones en relación a otros objetos y en relación a nuestro propio cuerpo. Así nos permite interactuar con el medio (coger objetos, orientarnos a través de ellos, etc.).

Los objetos de nuestro entorno constituyen, pues, datos que al ser registrados facilitan nuestra orientación en el espacio. Sin embargo, orientarse correctamente depende también de informaciones internas procedentes de nuestro cuerpo, como la posición del brazo o de la mano.

Cuando realizamos un trayecto, en todos los casos, nuestro cerebro elabora mapas mentales que nos permiten, asociados a los datos registrados, fácilmente volver a hacer un trayecto que ya hemos realizado anteriormente.

Imaginemos que se nos pregunta cuál es el cubo más próximo a la pirámide si el cubo del fondo se desplaza 10 centímetros hacia esta.

Responder a esta pregunta requiere desplazar mentalmente el cubo del fondo en una distancia que se estime de diez centímetros, y entonces tomar una decisión acerca de cuál es el objeto más próximo a la pirámide. Ese tipo de preguntas requiere la colaboración de nuestras capacidades de imaginería mental visual.

La imaginería mental es una actividad cognitiva que permite percibir algo en su ausencia. No es exclusivamente visual y, de hecho, nos permite crear imágenes, sonidos, olores y sensaciones en nuestra mente.

En el terreno de la visión, la imaginería mental consiste en "ver" una imagen en la cabeza, como por ejemplo la cara de una persona, sin que dicha persona se encuentre físicamente presente.

Gracias a esta capacidad, pueden ser creadas en nuestro interior formas existentes (caras, cuerpos humanos, cifras, palabras, objetos, animales) o imaginarios (monstruos, figuras abstractas), conocidas o desconocidas, inmóviles o en movimiento, en color o en blanco y negro.
Antes de realizar una acción compleja, podemos simular el encadenamiento de operaciones a fin de verificar que no hayamos olvidado o subestimado algunos datos.

El ejemplo típico es el jugador de ajedrez, que para apreciar la conveniencia de los posibles movimientos que puede jugar, simula mentalmente el desplazamiento de sus propias piezas y las del adversario, ya que le está prohibido tocarlas físicamente.

En la vida cotidiana, nuestras capacidades de imaginería mental son requeridas en actividades como el pensamiento, el sueño, el razonamiento y la resolución de problemas, la anticipación de los acontecimientos, el reconocimiento de objetos que aparecen en orientaciones no habituales, la simulación de un itinerario, la comprensión de una descripción verbal, etc.

La imaginería mental es posible gracias a las experiencias vividas en el día a día. En efecto, los elementos que componen nuestras experiencias vividas (es decir, caras de personas, objetos, sonidos, formas, sensaciones, olores...) se registran en nuestra memoria y se activan de nuevo en la memoria temporal cuando queremos recordar unos elementos determinados.

Las imágenes mentales son nuestras propias, porque nacen de nuestra experiencia personal.

Así, si alguien pide a dos personas que se imaginen un perro, muy probablemente el perro que ambas se imaginen será distinto.

La creatividad existe gracias a la imaginería mental, que es la que, de hecho, nos ofrece la posibilidad de generar / crear la imagen de cosas que no existen en la realidad.

La generación de imágenes nuevas se produce por la combinación original de elementos conocidos, pero también por la generación de nuevas características que pueden llevar a concebir formas nunca vistas.
La imaginería mental permite también la transformación de imágenes por rotación mental.
Por ejemplo, antes de amueblar una habitación podemos anticipar el aspecto final que tendrá colocando mentalmente los muebles de todas las maneras posibles a fin de elegir los "mejores" emplazamientos. Al considerar todas las posibilidades, la rotación mental nos evita tener que hacer la comprobación.
BIBLIOGRAFÍA  CONSULTADA EN LA ELABORACIÒN DEL ARTICULO

Larraya       S (2015) “Funciones del Cerebro “
Raúl              P (2013) “Causalidad del Cerebro y su Rolen la Conservación dela especie

Sandra        M (2014) “Soluciones desde el Cerebro Trino